
30 Jun CAMBIOS EN LOS PECHOS DURANTE EL EMBARAZO
Las mujeres embarazadas sufren cambios durante su gestación. Uno de los primeros que ocurren son los cambios mamarios. En ocasiones forman parte de los primeros síntomas del embarazo.
Los estrógenos y la progesterona son dos tipos hormonales que actúan sobre la mama en los primeros meses del embarazo. Ambas hormonas son producidas por el ovario durante un ciclo menstrual, pero en cantidades mínimas. Cuando se desarrolla la placenta, en el embarazo, se producen grandes cantidades y son las responsables de los cambios mamarios.
MAMOGÉNESIS O DESARROLLO DE LA MAMA
En términos absolutos, mamogénesis significa formación de la mama. Pero en realidad lo que viene a significar es la preparación de la mama para la lactancia. La mama se prepara para proporcionar el alimento suficiente al bebé que viene de camino.
La mama está formada por varios tipos de tejido. El tejido graso, el tejido conjuntivo y el tejido mamario son los más importantes.
En el proceso de la mamogénesis es el tejido mamario el que aumenta de tamaño y se desarrolla. Los otros tejidos apenas sufren cambios.
LOS ALVEOLOS
El tejido mamario está formado por una especie de saquitos denominados alvéolos. Estos se encuentran comunicados mediante un conductillo con otro conducto mayor hasta la salida al exterior. En el interior de los alvéolos se encuentran las células que forman la secreción láctea y que la segregan al interior del saquito.
Los estrógenos y la progesterona aumentan el desarrollo de los alvéolos y de los conductillos.
El aumento del tejido mamario va a provocar la tensión mamaria, la sensación de presión, el aumento del volumen de las mamas y el aumento de la sensibilidad de los pezones.
Estos cambios provocan molestias a la mujer embarazada, pero son cambios necesarios y del todo fisiológicos.
El aumento de volumen de los pechos puede ser de forma gradual o de forma rápida. Cuando los cambios ocurren gradualmente, la mujer apenas sufre molestias. Cuando los cambios ocurren de forma rápida es cuando provocan los síntomas molestos.
Tanto si el crecimiento es gradual como si es rápido, el tamaño de los pechos al final del embarazo es el doble que al inicio.
LOS ALVEOLOS MAMARIOS
EL AUMENTO DEL VOLUMEN MAMARIO NO ES IGUAL EN TODAS LAS MUJERES
AUMENTO DE LA SENSIBILIDAD MAMARIA
El aumento del tejido mamario provoca una tensión sobre las terminaciones nerviosas que recogen la sensibilidad. Esta presión lleva a un aumento en la sensibilidad de la mama y de los pezones. Generalmente, estas molestias remiten después de los tres primeros meses del embarazo. Hay mujeres que mantienen estas sensaciones a lo largo de todo el embarazo, siendo normal.
PRODUCCIÓN DE LA LECHE MATERNA
El tejido mamario está formado por los saquitos donde se encuentran las células productoras de la leche. Estas células producen una secreción blanquecina, rica en hidratos de carbono, proteínas, grasas y otras sustancias. A esta primera secreción se le conoce por el nombre de calostro.
La leche saldrá hacia el exterior mediante un sistema de conductos, conocidos con el nombre de ductus. La leche almacenada en los alvéolos es inyectada al interior del conductillo por unas células con actividad contráctil y que rodean a los lobulillos.
La contracción de éstas provocará la salida del calostro del interior del lobulillo hacia el conductillo.
La succión del bebé contribuirá a la salida de la leche desde el interior de los conductillos hacia su boca.
OTROS CAMBIOS MAMARIOS DURANTE EL EMBARAZO
La proliferación rápida de las células secretoras puede hacer que la embarazada tenga secreción por los pezones a partir de las 20 semanas. Este es un fenómeno normal y la leche que no es eliminada hacia el exterior es absorbida por las mismas células productoras. Se produce una renovación continua de la secreción láctea hasta el momento del nacimiento. No es necesario extraer esta primera leche, ni estimular los pezones presionándolas para que salga, ya que esto provocará un aumento de su producción.
Durante el embarazo se pigmentan determinadas zonas del organismo femenino. Las areolas, los pezones y la línea media del abdomen se oscurecen. En ocasiones también puede aparecer oscurecimiento de la piel de la cara en forma de alas de mariposa.
El oscurecimiento de estas zonas es debido a la acción de las hormonas del embarazo. Se trata de cambios transitorios y desaparecen tras el parto.
La areola mamaria presenta unas glándulas sebáceas. Estas glándulas están encargadas de la lubricación y mantenimiento de la areola y del pezón. Durante el embarazo, las glándulas aumentan de tamaño y pasan a llamarse Tubérculos de Montgomery.
Los científicos han descubierto que el olor de esta secreción es muy similar al líquido amniótico. Esta similitud de olores facilita el agarre del bebé.
CAMBIOS MENOS FISIOLÓGICOS
La aparición de estrías en las mamas no ocurre en todas las embarazadas. Es un signo que no se puede considerar fisiológico ni tampoco patológico. La causa que las origina es desconocida. Se cree que es debido a un rápido crecimiento y estiramiento de la piel que provoca rotura de la capa más superficial. Estas roturas se comportan como pequeñas cicatrices.
En algunas mujeres aparece un picor insistente en los pezones cuyo origen se cree que se encuentra en los cambios hormonales.
CUIDADO CON LAS ESTRIAS
CUIDA TUS PECHOS DURANTE EL EMBARAZO
En el momento que sepas que estás embarazada, hay que preparar a las mamas para evitar las temibles estrías. Hidrata la piel adecuadamente y a diario, evitarás las molestias de su crecimiento, evitarás la salida de las estrías y aliviarás las sensaciones de picor que se producen en los pezones.
Lava los pechos para evitar las infecciones, pero no uses jabones o cremas agresivas. Estos jabones o cremas pueden provocar obstrucción de las glándulas de la areola.
Al secarte los pechos no arrastres la toalla sobre ellos, es mejor secarlos mediante toquecitos. Si te recomiendan endurecer los pezones para prepararlos para la lactancia mediante pellizcos o frotando sobre ellos, no hagas caso, no tiene ningún fundamento y puedes provocar una infección.
Tendrás que ir adaptando el sujetador a la talla de tu pecho según vaya creciendo.
Si eres de las que producen calostro desde muy tempranamente, y éste mancha tu ropa, puede colocar discos absorbentes en el interior del sujetador.
Al final del embarazo, cuando los pechos son más grandes puede que un sujetador de tipo deportivo te ayude a estar más cómoda durante tu descanso nocturno.
EVITA LOS JABONES AGRESIVOS
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