Beneficios y Riesgos de la playa y la piscina durante el embarazo

Beneficios y Riesgos de la playa y la piscina durante el embarazo

La playa y la piscina durante el embarazo

El calor aprieta durante el verano y a todos nos gusta disfrutar del agua, pues del agua surgimos. Una pregunta muy común entre las embarazadas es si pueden tomar el sol durante el embarazo. Y la otra pregunta muy frecuente es si se pueden bañar.

En este capítulo abrazaremos la verdad sobre las dos cuestiones más repetidas cuando se acerca el verano. ¿Es seguro tomar el baño durante el embarazo? ¿Es seguro tomar el sol durante el embarazo?

Hay mucha palabrería y superstición en el mundo, y en el mundo de internet no iba a ser menos. Nosotros siempre recomendamos que cuando usted busque alguna información, esta búsqueda la realice en páginas que sean objetivas, que haya al menos una institución o unas personas acreditas para ofrecer esa información. De lo contrario usted caerá en la más terrible red de ideas “sin sentido” que ofrece el maravilloso mundo de internet.

No obstante, tanto la playa como la piscina no están exentas de riesgos para el embarazo si no se toman unas mínimas precauciones.

Los beneficios de los ejercicios acuáticos durante el embarazo

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos considera el baño como un ejercicio beneficioso y seguro para la mujer embarazada, ya que mejora la salud cardiovascular, la función respiratoria y la musculatura.  También se mejora la elasticidad y la conciliación del sueño, pues el ejercicio provoca cansancio y mejora el sueño. Se evita la ganancia excesiva de peso, ya que al hacer ejercicio quemamos calorías, y mejora el control de las glucemias en las mujeres con diabetes gestacional, pues el mismo ejercicio es el que quema el exceso de azúcar que circula en sangre en la embarazada con diabetes.

La natación es un ejercicio muy completo y recomendable para las mujeres embarazadas.

El agua del mar es ideal para disminuir los edemas de las piernas y la retención de líquidos, pues su alta cantidad de sal provoca la salida del líquido acumulado en las piernas, por su efecto osmótico.

 

Riesgo del Baño durante el embarazo en las piscinas públicas

Hay que tener bien presente que las aguas de las piscinas son desinfectadas con productos químicos que podrían considerarse como potencialmente peligrosas para la salud del bebe. La exposición continua a estos productos químicos puede ocasionar su absorción a través de la piel y llegar a la circulación sanguínea de la mujer.

Las elevadas temperaturas de los jacuzzi son perjudiciales para las embarazadas.

Durante los primeros meses la elevación de la temperatura corporal puede provocar abortos o incluso anomalías fetales.

 

En el mar, en cambio, los riesgos son los mismos que para los demás, riesgos de corrientes marinas que puedan arrastrarle hacia zonas peligrosas.

La exposición al sol puede provocar quemaduras en la piel y puede provocar deshidratación en la embarazada con mayor frecuencia que en la mujer no embarazada.

La piel de la embarazada es muy sensible, probablemente debido al cambio hormonal. Está predispuesta a la aparición de manchas con la exposición solar. Una de las más molestas es la aparición del llamado cloasma gravídico, una coloración oscura en forma de alas de mariposa debajo de los ojos.

Recomendaciones sobre los ejercicios acuáticos y el baño durante el embarazo

La natación y el baño son seguros siguiendo unas pequeñas recomendaciones que nosotros ya realizamos cuando tratamos el tema del ejercicio durante el embarazo (Ver ejercicio durante el embarazo).

Entre las recomendaciones que proponemos para disminuir el riesgo si es que lo hay. Puesto que los estudios revisados indican que no hay consenso en si los productos desinfectantes de las piscinas pudieran provocar algún defecto sobre el feto, pensamos que es necesario una alta exposición a los productos y durante un tiempo prolongado. Por otra parte, el calor dilata los poros de la piel y permite una mayor absorción de los elementos que puedan estar en el agua de la piscina.

Por tanto, entre las recomendaciones que ofrecemos son las siguientes.

La estancia en el interior de la piscina no debe superar los 45-50 minutos. La temperatura del agua no debe ser demasiado caliente y por supuesto algo obvio es no beber en ningún momento el agua de la piscina.

Se debe evitar los ejercicios acuáticos a 3-5 veces por semana como mucho.

Hay que evitar las zonas peligrosas tanto en la zona de la piscina como en la zona marítima. En las piscinas son peligrosas las zonas mojadas, pueden provocar resbalones y caídas inesperadas.

En la zona marítima hay que tener cuidado con las zonas de rocas, porque cuando están mojadas se vuelven resbaladizas.

El embarazo limita la capacidad pulmonar y por tanto la mujer embarazada puede tener menos resistencia durante la natación. Hay que tener cuidado en este sentido porque podría sufrir una lipotimia con mayor frecuencia que una mujer no embarazada.

Hay que evitar las temperaturas elevadas del agua porque podría elevar la temperatura corporal que puede ser perjudicial para el embarazo.

Para evitar las quemaduras de la piel, la mujer debe ponerse crema protectora solar, con un mínimo de factor 30 y evitar las horas de mayor exposición solar que en nuestro país pueden ser de 11 a 17 horas aproximadamente. Cubrirse con una sombrilla no le evita la reflexión de los rayos solares en la arena de la playa o en el agua de la piscina. Sumergirse en el agua tampoco le protege frente a las radiaciones solares.

Para evitar la deshidratación, hay que beber abundante líquido.

Cuando tome el baño, no lo haga sola, debe realizarlo cuando haya gente alrededor.

Al final del embarazo debe evitar el baño para evitar las confusiones con la rotura de la bolsa de las aguas.



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