Anafilaxia

Qué es

La anafilaxia es una reacción alérgica grave, de instauración rápida y potencialmente mortal. Las personas que sufren asma tienen más riesgo de padecer anafilaxia.
La anafilaxia se produce en personas alérgicas a alimentos (causa más frecuente en pediatría), medicamentos, picaduras de insecto (los más frecuentes avispas y abejas) y látex.
Se puede prevenir evitando el contacto con el alérgeno que está implicado. Por eso los niños alérgicos deben estar siempre identificados en el colegio y su entorno.

Qué debemos hacer en casa

Las manifestaciones clínicas son muy rápidas y afectan a más de un órgano:

• Piel: ronchas y habones que pican (urticaria). A veces se hinchan los labios, la campanilla de la garganta, la lengua o los ojos, o el niño se pone muy rojo de repente, como si tuviera un sofoco.
• Síntomas respiratorios:  estornudos, congestión nasal, dificultad respiratoria, “pitos” audibles en el pecho, tos perruna, carraspeo….
• Conjuntivas enrojecidas (ojos rojos).
• Síntomas circulatorios: mareo, síncope, palidez, pérdida de conocimiento, bajada de la tensión arterial, etc.
• Síntomas gastrointestinales: dolor abdominal y vómitos.

Cuándo acudir a un servicio de urgencias

• Siempre. La anafilaxia se trata de una emergencia.
• Si se dispone de adrenalina, se debe administrar de forma rápida. Es preferible administrarla en el muslo (intramuscular siempre), asegurándonos de la entrada del medicamento. Posteriormente se colocará al niño en posición de tumbado, a menos de que le cueste respirar, en cuyo caso permanecerá sentado. Se procederá a llamar al 112para indicar que ha sufrido una anafilaxia y que se ha administrado la adrenalina.
• Si no se dispone de adrenalina, hay que contactar directamente con el servicio médico de emergencias (112)o acudiendo rápidamente a un centro médico.

Cuando se ha sufrido una anafilaxia, se debe llevar siempre adrenalina autoinyectable. Es imprescindible saber utilizarla, tanto los familiares como los pacientes y cuidadores.