UNA HERRAMIENTA ESENCIAL PARA SOBRELLEVAR EL ESTRÉS Y LOS CAMBIOS INESPERADOS: LA MEDITACIÓN

La pandemia del coronavirus nos está demostrando lo dormidos que estábamos en los laureles. El confinamiento en el interior de los hogares junto con los hijos y la imposibilidad de ver a los familiares, a veces ingresados, ha puesto a prueba nuestra paciencia.

Pero de todo lo malo se puede aprender, e incluso se aprende más rápido de lo malo que de lo bueno.

Vamos a descubrir, más bien a recordar que todos tenemos a nuestra disposición una sencilla herramienta que es esencial y muy eficaz para sobrellevar el estrés  y los cambios inesperados.

LA MEDITACIÓN

La meditación es una eficaz herramienta para aliviar nuestra mente de todas las sobrecargas y preocupaciones que la desbordan. Ejerce un efecto beneficioso sobre aquellos pensamientos que nos provocan estrés y ansiedad.

Cada día que amanece, surgen situaciones que nos cargan de estrés y de ansiedad. A veces solo son pequeñas cargas y otras son mucho más intensas. Pero incluso las pequeñas cargas al final del día se convierten en una gran carga, que puede provocar insomnio, desenfrenadas ganas de comer, comer muy rápido, y todos otros síntomas asociados a la comida rápida (gases, malestar tras la comida, estreñimiento, etc.).

La Práctica de la Meditación

La práctica de la meditación va a conseguir que nuestra mente se relaje, se quede en blanco, se olvide de todas las preocupaciones durante un breve periodo de tiempo, pero suficiente para disminuir la sobrecarga de estrés.

La práctica de la meditación provoca una sensación de paz, relajación y bienestar interno.

Algo tan sencillo como inspirar y espirar lentamente, fijándose en cómo lo haces y notando como entra el aire en tus pulmones es un ejercicio notablemente reductor de la ansiedad. De hecho, a los oradores, a las personas que van a hablar en público se les recomienda hacer este ejercicio antes de subir a la tribuna a exponer sus ideas.

¿Qué se necesita parra poder practicar la meditación?

La meditación no requiere de aparatos electrónicos, ni de grandes aparatos gimnásticos que ocupan media casa. La meditación solo requiere un lugar tranquilo donde no va a ser molestado, ropa cómoda y algo de tiempo.

Pero atención, la meditación solo tiene efecto si se es constante. Es un ejercicio, al igual que ejercitamos los músculos constantemente para desarrollarlos, necesitamos ejercitar nuestra mente para poder alcanzar esa sensación de paz interior que va a disminuir el estrés diario.

Cualquier persona que haga deporte por primera vez, no saldrá del gimnasio con una musculatura perfecta, pero si con cansancio. Probablemente tras varios meses de entrenamiento, su musculatura estará mucho más desarrollada y se cansará menos. En la meditación ocurre lo mismo. La primera vez que la practicas, probablemente no consigas hacerlo correctamente y por supuesto no saldrás de ella como si hubieses estado en el paraíso, pero con el tiempo notarás los cambios.