
16 May Dolor abodominal funcional (recurrente)
Qué es
Es un tipo de trastorno digestivo que se caracteriza por dolores abdominales muy frecuentes y continuados en el tiempo. Se llama funcional porque no está causado por ninguna enfermedad digestiva, ni por otros problemas médicos. Eso no significa que el dolor sea imaginario, se trata de un dolor real que puede afectar a la vida diaria.
Los mecanismos todavía no se conocen bien. Se considera que se debe a un incorrecto funcionamiento de las relaciones entre el sistema nervioso y el intestino. Influirían factores como la flora intestinal, el sistema inmunitario, situaciones estresantes, una mala regulación de los movimientos intestinales o una hipersensibilidad al dolor.
El dolor puede tener cualquier localización dentro del abdomen y puede ser muy intenso e intermitente o bien más suave y continuo. No suele tener relación con las comidas ni con la defecación. Los episodios de dolor suelen ocurrir al menos cuatro veces al mes, durante un mínimo de dos meses. Dependiendo del tipo de síntomas, a veces se clasifica dentro de un tipo de dolor abdominal funcional específico, como el síndrome de intestino irritable, la dispepsia funcional o la migraña abdominal, cuyo tratamiento puede ser algo diferente.
Es importante indagar sobre acontecimientos estresantes que pueden actuar como desencadenantes del dolor. Pueden ocurrir dentro de la familia (conflictos entre los progenitores, muerte de un ser querido, mudanzas…) o en el ámbito escolar (dificultades con los estudios, acoso escolar), aunque a veces resultan difíciles de detectar.
Cuándo debe consultar a su pediatra
Existen algunos signos de alarma que pueden indicar que el dolor no es funcional:
- Antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria intestinal, celiaquía o úlcera digestiva
- Dolor persistente en el lado derecho del abdomen
- Dificultad o dolor al tragar
- Vómitos persistentes
- Sangre en las deposiciones
- Diarrea por las noches
- Inflamación de articulaciones
- Lesiones alrededor del ano
- Pérdida de peso
- Estancamiento del crecimiento o del desarrollo de la pubertad
- Fiebre de origen desconocido
En estos casos es necesario realizar pruebas complementarias (análisis de sangre, orina o heces, pruebas de imagen, endoscopia, etc). Se realizarán unas u otras de forma individualizada.
Este tipo de dolor no suele mejorar con los analgésicos. Es importante acompañar al niño durante los episodios de dolor para tranquilizarlo asegurándole que, aunque molesto, no se trata de un problema grave. Pueden ayudar medidas sencillas como realizarle un suave masaje o aplicar algo de calor en la zona dolorida. En ocasiones puede ser necesario utilizar alguna medicación o realizar terapia psicológica dirigida por profesionales. Es frecuente que con el tiempo el dolor desaparezca.