Abortos Repetidos ¿por qué a mí?

Abortos Repetidos ¿por qué a mí?

El aborto y sus formas

El aborto es la pérdida de un embarazo de forma natural en las primeras 20 semanas. Dentro del concepto de aborto existen algunas variedades, pero en todas ellas se encuentra la pérdida del embarazo antes de la semana 20. 

Hablamos de aborto precoz cuando este ocurre en las primeras 12 semanas de embarazo y aborto tardío cuando es posterior a esta semana. Esta clasificación tan simple está basada en que las causas que originan el aborto son diferentes.

Pero también se habla de aborto diferido cuando en el embrión se le ha detenido el latido del corazón y no se sigue desarrollando. Si lo que ocurre es que no se desarrolla embrión pero hay saco gestacional, entonces se le conoce como “huevo huero” o “huevo vacío”.

Tanto si el aborto es precoz como tardío, diferido o huevo huero, se contabilizan como abortos espontáneos.

Podemos hablar de abortos repetidos cuando ocurren dos o más abortos consecutivos.

¿Por qué nos pasa a nosotros?

Hay muchas razones que pueden originar pérdidas del embarazo de forma repetida.

Se sabe que  aproximadamente el 10-15% de todos los embarazos terminan en un aborto espontáneo entre las 6-8 semanas primeras del embarazo.

Cuando la mujer ya ha tenido un aborto previamente, las posibilidades aumentan al 18%, y  cuando ha tenido dos o más, llegaría al 25-30%. Es decir una de cada 3-4 embarazadas con problemas de aborto seguirán abortando, pero no hay que desanimarse porque las otras 2-3 embarazadas tendrán un hijo sano.

La comunidad científica  ha determinado que a partir del 2º aborto se puede plantear el estudio de la posible causa. Aun sabiendo que las posibilidades de embarazo a término son muy altas.

¿Existe una causa para que me ocurra?

Existen varias situaciones que pueden explicar la causa de tener abortos de repetición, entre ellas podemos destacar:

  • Causas genéticas: se sabe que en un 5% de las parejas que tienen abortos de repetición se deben a un problema cromosómico en el cariotipo del padre o la madre. El cariotipo es el conjunto de cromosomas que tenemos las personas.  Por este motivo se debe conocer el cariotipo tanto de la mujer como de su pareja.
  • Causas relacionadas con el útero de la mujer: en el útero pueden aparecer problemas que hagan más frecuentes los abortos como por ejemplo adherencias que son como puentes fibrosos entre las paredes del útero, miomas que son pequeños tumores benignos del útero pero que a veces pueden ser grandes y ocupar la cavidad uterina,  malformaciones del nacimiento como alteraciones de la forma del útero, el más conocido es el útero bicorne, que curiosamente tiene forma de corazón,  y tabiques que son como adherencias pero de mayor grosor.  Si estas son la causa del aborto, las posibilidades de embarazo al solucionarlas pueden alcanzar hasta el 80% de los casos.
  • Causas hormonales: la obesidad, en la materia grasa se forman hormonas que interfieren en las hormonas producidas en el ovario, el exceso de materia grasa es considerado un factor de abortos de repetición. El síndrome de ovarios poliquísticos; algunas mujeres tienen de nacimiento un tipo de ovarios que presentan alteraciones en la función ovulatoria. Este tipo de ovarios se les denomina ovarios poliquísticos aunque no tienen quistes. El nombre les viene por la similitud de la imagen ecográfica con los quistes ováricos. Los problemas tiroideos y la diabetes no controladas pueden aumentar la posibilidades de aborto.
  • Trombofílias: Las trombofílias son problemas en la coagulación sanguínea que aumentan el riego de tener una trombosis. Si los  pequeños trombos se producen durante la formación de la placenta puede causar abortos.
  • Causa inmune: la inmunidad materna es fundamental para el inicio del embarazo. Si la inmunidad de la madre no es la adecuada pueden aparecer abortos de repetición.
  • Causa masculina: la edad del padre, sobretodo cuando supera los 45años, es otro posible desencadenante de abortos de repetición.
  • Causas infecciosas: las enfermedades de transmisión sexual, pueden afectar al útero y pueden interferir en la implantación del embrión.  Como resultado de esta alteración, el embrión se perderá.

¿Cómo podemos saber si tenemos alguna de las anteriores causas de aborto?

Para realizar el estudio de infertilidad, se debe acudir al especialista en reproducción. Éste después de realizarle toda una batería de preguntas, que le pueden orientar en el diagnóstico, le solicitará, según considere, alguna o todas las siguientes pruebas:

  • Determinación de los cariotipos. Se realiza mediante una muestra de sangre en sangre de los dos miembros de la pareja.
  • Pruebas de imagen para descartar alteraciones uterinas: histerosalpingografía y ecografía . La histerosalpingografía es una prueba radiológica con contraste mediante la cual se puede observar tanto la forma de la cavidad uterina como la permeabilidad de las trompas. Si las trompas son permeables quiere decir que no están obstruidas.
  • Estudio de Trombofílias. La mayoría de las veces, el encargado de realizar el estudio es el especialista en hematología. No obstante, para el estudio solo se requiere una muestra de sangre.
  • Cultivos vaginales y endocervicales, es decir la entrada a la cavidad del útero. Los cultivos nos permiten conocer si hay alguna bacteria que pueda estar ocasionando infección o inflamación que dificulte la implantación del embrión. Estos cultivos se realizan tomando una muestra del flujo vaginal y endocervical, en el mismo momento que se está explorando a la mujer.
  • Análisis completos para descartar los factores endocrinos e inmunológicos de la mujer.
  • Ocasionalmente, aunque no siempre es necesario, el especialista puede solicitar también un análisis del semen de la pareja.

¿Debemos preocuparnos?

En el caso de encontrar patología se tratará de forma individualizada, como el tratamiento de infecciones o alteraciones de la coagulación si las hubiera. Estos casos, responden muy bien al tratamiento y al eliminar la causa, se favorece que el embarazo siga su curso normal.

En algunas ocasiones, tras la búsqueda de causa, las pruebas pueden ser todas normales y no encontrar una causa. En estos casos hablamos de causa no conocida o desconocida. Esto no quiere decir que no haya una causa, sino que la ciencia no ha avanzado lo suficiente para encontrarla.

Cuando se desconoce la causa, se puede recomendar tratamiento de forma  preventivo como ácido acetil-salicílico, más conocido como aspirina, pero también se le puede recomendar heparina  si hay una sospecha de posibilidad de trombofília no descubierta. Estos tratamientos se puede acompañar de complejos vitamínicos y en ocasiones de progesterona. La progesterona es la hormona natural que produce el ovario después de una ovulación y que es necesaria para preparar a la cavidad uterina para la implantación del embrión. La insuficiente cantidad de progesterona puede condicionar una cavidad no preparada para la implantación del embrión. Por eso en determinados casos, si el especialista considera que pueda haber una insuficiente producción de progesterona por el ovario, le recomendará la suplementación con progesterona micronizada, que es la variante farmacológica de la progesterona natural.



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