
11 Oct LA COXALGIA O COCCIGODINIA, UNA LESIÓN COMÚN DURANTE EL PARTO
El parto es un proceso natural durante el cual el feto se acopla al hueco de la pelvis. La pelvis no es completamente regular y presenta una serie de estrechamientos que debe superar el feto. Para superar estos estrechos tanto el feto como la madre posee mecanismos para poder adaptarse.
Una de las modificaciones que sufre la madre durante la última fase del parto es el desplazamiento del hueso del coxis hacia atrás (retropulsión), gracias a que hay un ligamento que lo une al hueso del sacro. Habitualmente este desplazamiento es asintomático. En ocasiones se puede originar una distensión del ligamento superior a lo habitual. Esa mayor distensión provocará un dolor en la zona del coxis que dura semanas en desaparecer. El dolor se le conoce como coccigodinia y es una lesión menos rara de lo que parece.
EL HUESO DEL COXIS
El hueso del coxis es un pequeño hueso rudimentario que se encuentra al final de la columna, unido al hueso del sacro por un ligamento. Este ligamento es el que le permite desplazarse durante el parto.
Se dice que el coxis el remanente que quedó al desaparecer la cola.
Este hueso tiene importantes funciones en el mantenimiento del suelo pélvico ya que a él se le unen músculos que contribuyen a sostener el suelo pélvico.

¿CÓMO RECONOCER LA LESIÓN?
La coccigodinia es un dolor al final de la columna que puede variar desde una simple molestia hasta un dolor agudo incapacitante.
Los síntomas que nos ponen sobre aviso son: el dolor en la punta de la columna al sentarse, dolor que se agrava cuando intenta levantarse y una hipersensibilidad en la zona del coxis, allí donde las nalgas forman un hueco.

¿QUÉ HAGO SI TENGO UNA COCCIGODINIA TRAS EL PARTO?
Póngase en contacto con su ginecólogo o matrona si presenta los síntomas anteriormente expuestos para que la pueda derivar a un fisioterapeuta.
Hay diversos tratamientos, desde fisioterapia, gimnasia de recuperación, punción seca, radiofrecuencia, diatermia, cirugía, etc.
Tomar analgésicos o antiinflamatorios puede ser una solución para los casos más leves, pero en los casos más importantes no serán suficientes. Con el tiempo, los analgésicos pueden provocar complicaciones gástricas, por lo que se deben evitar tomarlos durante largos periodos de tiempo.
